La situación de los trabajadores de los Hogares Infantiles, es cada vez peor. Sus salarios, en la mayoría de los casos, no contemplan siquiera los reajustes determinados por la carestía, asimilándose cada vez más al mínimo legal. La estabilidad laboral es en extremo precaria por el régimen de contratación que tiende a ser inferior a un año. El sostenimiento de los Hogares Infantiles, es cubierto tan solo en un porcentaje (no superior a 70%), dejando el faltante presupuestal a cargo de los padres de familia y de las actividades financieras emprendidas por los mismos asalariados, con lo que se les sobrecarga de labores ajenas a sus funciones. El Estado colombiano no se hace cargo directamente de la administración de estas instituciones de atención a la niñez para ocultar su papel de patrón y desprenderse de sus responsabilidades. Esta situación ha derivado en la acumulación de deudas a los esquilmados trabajadores superiores a $ 6.000 millones a cargo de las cesantías. La gravedad es mayor por la entrega de muchos Hogares a empresas, incluidas multinacionales, que ávidas de apropiarse de los recursos, contribuyen a crear un régimen más descompuesto en perjuicio de los niños y de los encargados de su atención diaria.
Como aquí se revela muy intensamente el menosprecio de la mano de obra, asunto de vital interés para los gobiernos de la Apertura, como el de Juan M. Santos, lo que les resta es desmantelar esta forma de atención y sustituirla por otra: los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), con mejor financiación, pero con peores salarios y prestaciones.
Por todo lo anterior, el paro que es la única alternativa para frenar la política del gobierno, se adelantará- venciendo las dificultades- en muchas regiones del país, y debe contar con el apoyo de los padres de familia, el movimiento sindical y el pueblo. La reivindicaciones se hacen muy precisas: DEFENDER LOS SALARIOS DE LOS TRABAJADORES Y SUS CONVENCIONES COLECTIVAS ; EXIGIR EL PAGO DE LA DEUDAS PRESTACIONALES ; GARANTIZAR EL FINANCIAMIENTO ESTATAL DE LOS HOGARES INFANTILES Y SU ADMINISTRACIÓN DIRECTA POR EL ICBF.
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